Dos vectores a los cuales hay que prestarles mucha atención en cualquier relación humana.
La mayoría de los problemas vinculares están relacionados a la mala comunicación. En esta área hay varios elementos a tener en cuenta:
no siempre que se habla se comunica
lo explicito y lo implicito
los ruidos
los canales
la relación
el mensaje
Es muy común observar la mala comunicación de las personas con sus síntomas
corporales o con sus emociones. Pocas personas escuchan sus síntomas, pocas personas entendien cual es el mensaje que el síntoma está mostrando.
Es para pensar como es que las personas se relacionan con ellas mismas – valga la redundancia! He preguntado a varias personas si ellas son un cuerpo o tienen un cuerpo. Por lo general responden que tienen un cuerpo. Yo creo realmente que todos los problemas vinculares comienzan ahí.
Si las personas no se consideran una unidad es por eso que se relacionan con ellas mismas de forma “esquizo”, como si ellas y su cuerpo no fueron la misma cosa.
Desde la gestalt proponemos que no existe tal división, somos un cuerpo. Esto es el principio de relaciones más sanas, más conscientes, más humanas. Sino podríamos pensar que YO y YO MISMO son cosas diferentes. No, rotundamente no! YO y YO MISMO somos la misma cosa. Otro fenómeno interesante es que cuando se pregunta a alguien ¿Quién sos? Generalmente la persona responde su nombre. Ahí uno le dice: “ese es tu nombre. Yo pregunté quien sos.” La mayoría de las veces me quedo sin respuesta….
Otras veces pregunto: ¿Qué sentis? Ahí comienzan con discursos intelectuales en relación a lo que piensan no a lo que sienten… Confunden o no saben cual es la diferencia entre pensar y sentir. La impresión que da es que sienten con la cabeza, que se han quedado sin sentimientos, sin emociones.
Es necesario que, para inicio de prosa, comencemos a nos asumir como lo que somos, individuos únicos, genuinos (el el sentido de exclusivos), en que el sentir, el pensar, el hacer son aspectos atemporales de la persona que somos.
Hugo Peña
Psicologo Social